lunes, 1 de noviembre de 2010

Problemas reales, soluciones de comiquita

Paralelamente a la deficiencia de transmisión y distribución del servicio eléctrico, ha crecido la irritación de los venezolanos desde principios de este año, fecha cuando empezaron las fallas abruptas y constantes en el rubro, que obligó al gobierno nacional a tomar medidas tan drásticas como un racionamiento que mantuvo a país entero amotinado y aguantando calor.

Las múltiples excusas aumentaron con el pasar de los meses. Primero acarrearon la responsabilidad a “El niño”, fenómeno natural que afecta el clima y con ello el flujo de las lluvias que mantuvieron la represa del Guri por debajo de los niveles normales; aunque otros decían por lo bajito que era culpa del niño de Miraflores, no se sabe.

Sin embargo, después que se normalizaron las precipitaciones y el embalse se fue recuperando, no tuvieron más que acudir a una excusa digna de un show de comedia: un corte de más de 24 horas en un estado del país había sido propiciado por Juana la Iguana.

Lo cierto es que después de que recientemente se incendiara la planta centro, ubicada en el estado Carabobo, la cual, según el portal electrónico Soberania, genera como máximo 450MW de los 2 mil de capacidad instalada, lo que representa una disminución en su aporte eléctrico en al menos 77,5% de la energía estimada.

Por lo tanto, queda más que evidenciado que todas aquellas débiles justificaciones sólo han sido cortinas de humo para aplacar la ráfaga del descontento popular. La mayor responsabilidad de estos fallos en el sistema eléctrico venezolano se deben, en su gran mayoría, a la falta de inversión y planes de medidas funcionales que realmente ayuden a solventar esta problemática.

Y que nadie diga lo contrario, pues, de acuerdo al sitio en internet Aporrea, las advertencias de un posible colapso fueron hechas por parte del personal directivo de Corpoelec hace algún tiempo, por aquella época cuando el tema bélico entre países hermanos estaba en boca del mandatario revolucionario.

Aunado a lo anterior, y sin ánimos de voltear radicalmente el tema en cuestión, las soluciones propuestas han sido, además de inversiones de dólares que son como fantasmas en una casa abandonada, la creación de una planta nuclear que estaría lista para el 2035…pregunto, ¿y mientras, qué?.

Verdaderamente, las medidas que este régimen está tomando para con la caótica situación que vive el país en materia eléctrica no podría estar más alejada de lo que en realidad necesitan los venezolanos, sin pasar por alto, por supuesto, que un proyecto tan gigante y ambicioso en manos de un gobierno tan incompetente y mal hablado podría convertirse, más allá de las promesas pacifistas tipo John Lennon, en un peligro inminente cuyo aire arrastra aromas bélicos.

1 comentario:

Holy Grace Castañeda dijo...

Es cómo incongruente eso de aromas bélicos jajajajajajajaaja realmente el trasfondo no es bélico, es lo que menos le interesa... simplemente busca alianzas que generen ese aroma de miedo e incertidumbre tras el despilfarro de dinero que es la cuota a pagar por ese "miedo"