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Es muy frecuente en estos tiempos de cambio, observar centenares de miradas hundidas en las pantallas de los adictivos y modernos teléfonos que se han convertido en moda colectiva, pues el Blackberry es ahora el aparato preferido por excelencia por aquellos jóvenes y no tan jóvenes venezolanos, caracterizados por pertenecer a una sociedad altamente consumista.

Ni el costo exhorbitante del codiciado ‘Bb’, ni las elevadas rentas, han frenado este fenómeno que ha arropado a la sociedad. Según lo publicado en el sitio en la red, mundotech, la dirección de comunicación y desarrollo social de la Telefónica Movistar, asegura que Venezuela compra el 70% de los Blackberrys que la compañía vende en Latinoamérica. Esta cifra es realmente impactante teniendo en cuenta que son 27 millones de venezolanos frente a 191 millones de brasileños y 100 millones de mexicanos.

Otro detalle importante, es que mientras en otros mercados casi el 70% de los clientes de Blackberrys son empresas, en Venezuela, la compañía Telefónica sostiene que de sus 12 millones de compradores, unos 500.000 son usuarios de Blackberrys, de los cuales 65% son particulares.

Sin embargo, las personas no saben a fondo la verdadera utilidad que tiene este aparato, pues fue creado inicialmente para uso corporativo y tiene un sinfín de funciones avanzadas que la mayoría no utiliza, así lo manifestó Mileidys García, empleada de la compañía telefónica Movistar.

¿Herramienta hipnotizadora?

Gracias al acceso que proveen estos aparatos a las redes sociales y programas de conversación instantánea, como messenger hotmail y BB messenger, ha llevado a las personas a crear dependencia para con sus teléfonos celulares, la cual podría ser catalogada como alarmante, y hasta comparada con adicciones tan perjudiciales como aquellas adquiridas por el alcohol, la ludopatía o las drogas.

El hombre pierde control y autonomía ante las adicciones, deteriorando el ritmo de sus actividades cotidianas. Tal es el caso del impacto de los avances tecnológicos en la sociedad que, según lo publica el sitio web Hombre y Tecnología, más que haberse prestado como una herramienta para comunicarse, el Blackberry ha pasado a ser un peligroso vicio, controlador de sus usuarios. Es entonces este dispositivo, ¿una adquisición impulsada por la necesidad de estar comunicados o simplemente por moda?

En una entrevista reciente, el psicólogo Arnoldo Loaiza, explicó que se trata de una conducta aprendida, que “se convierte en una patología cuando la persona tiene que abandonar sus tareas habituales para dedicarse a escribir, por ejemplo, desatiende las clases, a su familia, y no hay una comunicación interpersonal por el simple hecho de estar escribiendo mensajes”.

Por su parte, el reconocido periodista, Tinedo Guía, expuso en una conferencia ofrecida en noviembre del año en transcurso, que la gente debe cuestionarse el tiempo que dedica a la comunicación interpersonal y aquel que dedican a navegar en la red a través de su teléfono. Exhortó, además, a utilizar el aparato con conciencia y profesionalismo para evitar que se convierta en un boomerang que consuma, disocie y confunda a la sociedad.

En este sentido, estos avances tecnológicos que muchos consideran positivos, pueden convertirse también en algo negativo ya que muchos usuarios se quedan conectados a su aparato blackberry, pues lo usan mientras caminan, comen, manejan, llegando a convertirse en un peligro, resaltando además que tienden a ignorar parcial o totalmente a las personas que se encuentran en la misma habitación, generando cortocircuitos en la comunicación laboral, familiar y hasta serios problemas de pareja. En estos casos, deberían tomarse medidas que eviten que la persona se siga sumergiéndo en el mundo virtual que deteriora su vida cotidiana.

En relación a lo anterior, de acuerdo a una encuesta realizada a los alumnos de la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE), en Maracaibo, estado Zulia; (quienes son usuarios del blackberry), la mayoría declaró que el aparato ha cambiado su estilo de vida puesto que previamente tenían más tiempo libre para dedicarle a su entorno directo.

¿Moda o necesidad?

De igual manera, las aulas de clase no están exentas del ‘boom’ tecnológico sustituto de cuadernos y libros. Tal es el impacto, que el aparato más que prestarse como herramienta académica pasa a convertirse casi en una lujosa prenda.

Tal como lo expresa el profesor universitario, Ismael Rojas, “el blackberry es una herramienta que ha contribuido, por un lado, a mantener más cerca a la gente con una interactividad mucho más efectiva, pero también es utilizado para actividades que no están dentro de los parámetros universitarios. Por ejemplo, a veces distrae al estudiante y en otras oportunidades es utilizado para obtener información de los exámenes, pero en sí el bb, como cualquier producto de una tecnología avanzada, dependiendo el uso que se le dé, será productivo”.

Aunado a esta tendencia que se esparce a paso de liebre, como si no bastara, además de afectar la concentración y el bolsillo del venezolano, el Blackberry ha pasado a ser el blanco predilecto de los delincuentes puesto que, si ya de por sí en Venezuela el vandalismo alcanza niveles bestiales, ahora aquellas personas que poseen el famoso aparato están aún más propensas a ser víctimas actos violentos.

Asimismo, está comprobado que nadie se salva de la ‘fiebre’ pues hasta el presidente Hugo Chávez ha sido visto numerosas veces haciendo uso de su Blackberry durante las transmisiones de su programa dominical ‘Aló Presidente’. El Mandatario, quien defiende la doctrina socialista, declaró recientemente que “el ‘Bb’ no es capitalista, todo depende del uso que se le dé”.

En un futuro no muy lejano, en vez de viejos periódicos y libros, habrá montañas de Blackberries subutilizados a causa del “efecto paveo”. De acuerdo con la tendencia acarreada por este fenómeno, que cada vez más se agiganta, no importa el potencial del equipo y lo que se puede hacer con él, ya que pareciera que lo relevante es presumir de tener uno.