viernes, 1 de octubre de 2010

Breves líneas a los kilómetros

Fue sólo hasta que me sorprendí a mi misma, esta noche, viendo una foto vieja de los dos, que sentí mi respiración ponerse pesada, y la añoranza líquida correr por mi rostro... el espacio que ocupan los órganos que dan vida a mi sentido visual se llenó, en cuestión de milésimas, del agua interna que Dios nos da la ventura de producir para limpiar nuestra alma... Te extraño...realmente desearía poder acortar tanta distancia, pero alguien me enseñó algo muy valioso, algo que me conforta de alguna manera...y es que la distancia física que impone esta gran prueba es casi tan grande como la distancia entre dos solitarias criaturas que, aún estando de frente, siguen separadas por distancias intangibles que competen a los estereotipos, la ética y la moral.

Sea como sea, me haces falta en gran magnitud. Jesús, Miguel y el padre lo saben.





1 comentario:

Ismael Rojas dijo...

hay uno más....la senda que caminó jesus por nosotros...deja las nuestras en pañales...por eso...aunque sea un tormentoso y largo camino...la alegría estará al final...todo está a la vuelta de la esquina..sólo que a veces la esquina está un poco lejos..pero está allí