viernes, 14 de enero de 2011

Over you by Daughtry

 

Ahora que todo está hecho y dicho,
No puedo creer que tu hayas sido la única
En levantarme y derrumbarme,
Como una vieja casa abandonada.
Lo que dijiste cuando te fuiste
Simplemente me dejó frío y sin aliento
Caí lejos en la profundidad
Supongo que te dejé tomar lo mejor de mi...

(Coro)

Bueno, nunca lo vi venir
Debería haber empezado a huir
Mucho, pero mucho antes
Y nunca pensé que dudaría de ti,
Estoy mejor sin ti
Más de lo que tú, más de lo que tú crees
Lentamente me voy acercando
Creo que realmente se ha terminado
Finalmente me estoy poniendo mejor
Ahora estoy recogiendo las piezas
He gastado todos estos años
Recomponiendo mi corazón
Porque el día que pensé que nunca llegaría...
me olvidé de ti

Usaste un martillo contra estas paredes
Arrastraste los recuerdos por el pasillo,
Hiciste tus maletas y te fuiste,
No había nada qué decir.
Y cuando cerraste la puerta de golpe,
Muchas otras se abrieron,
Así que con mis ojos pude ver
Que tú nunca fuiste lo mejor de mi.

(Coro)

Bueno, nunca lo vi venir.
Debería haber empezado a huir
Mucho, pero mucho antes
Y nunca pensé que dudaría de ti,
Estoy mejor sin ti
Más de lo que tú, más de lo que tú crees

(Coro)


jueves, 13 de enero de 2011

La muerte desde otro punto de vista

¿Hay algo peor que la muerte de alguien cercano? bien, ciertamente sólo he vivido para contar el deceso físico de una persona relacionada a mi, hace algunos años ya. Todo el mundo, hoy, la recuerda...algunos entre lágrimas y otros, como yo, con alegría por lo que fue su vida...ya tenía edad avanzada, y morir es parte del ciclo.

Desde siempre, y ahora más que nunca, he creído firmemente que nuestra alma o espíritu es inmortal, jamás morimos. De allí viene la frase cliché que todos usamos para dar ánimos cuando parte alguien, "él-ella siempre estará con nosotros". Y aunque esté gastada la oración, es cierto. Lo sé porque aquella persona cercana a mí se me presentó en un hermoso vestido y con una sonrisa que sólo irradiaba la paz que el creador brinda a sus hijos.


Ahora bien, tal vez muchos imaginan que la muerte física es lo peor, pero no es así. Al menos, cuando se va alguien, tenemos el consuelo de que su alma siempre estará ligada a la nuestra. Aunque no podamos ver a esa persona querida materializada en este mundo físico, siempre sabremos que su esencia sigue siendo, permamentemente, parte de nosotros...unos incluso tienen dones especiales que les permiten sentir, ver u oir.

 Suelta mi mano

Pero...¿qué pasa cuando sabes que esa alma, por cualquier motivo que fuere, cortó el lazo para siempre? muera o no físicamente, es mucho peor que llorar el real fallecimiento. Es como lamentar una muerte premeditada, como si se fuera aquel consuelo que te dice que él-ella siempre estará contigo...simplemente sabes que no será así.

El despegue físico no duele tanto como saber que no existen vínculos entre tu alma y esa otra por la que nació un sentimiento, no importa cual fuese. Sin embargo, no se puede uno atar a una cuerda rota...pero cómo lastima saberlo.

Entonces, pido disculpas a aquellos que, tal vez, buscaban palabras de consuelo por aquellos que se han ido de sus vidas y que han pasado a ser parte del paraíso de almas blancas...pero, como se habrán dado cuenta, no es la muerte física la que lloro en esta ocasión. Es aquel sentimiento de vacío que está cuando se corta un lazo que se creía indestructible. Lloro sobre las cenizas de un entierro obligado y sin funeral decente. Ojalá tantos en los que pienso ahora pudieran imaginar lo que eso se siente.





lunes, 10 de enero de 2011

Red Social

No titulé esto “Red social” para hablar sobre el boom que han causado estas páginas web, de lo adictivas que son ni tampoco de la cantidad de información que la gente averigua a través de ellas…no mencionaré ningún estudio poblacional que registre ningún tipo de datos o estadísticas, es sólo la manera más sencilla de darle un nombre actual a la soledad colectiva. No estoy juzgando a nadie, pues hablo también por mí misma.

Muchos twitteamos, publicamos videos o gastamos el tiempo viendo fotos que jamás detallamos. Clicks sin sentido van y vienen, pero realmente, a través de una computadora, no se llena nunca la soledad que muchos sienten…sentimos.

Aquí me siento, todas las noches, cuando nada más que el ruido de la tv llena el espacio, a socializar a través de estos sitios, pero realmente no sé si logro que alguien se fije en lo que mis dedos escriben obedeciendo al piloto automático en mi cabeza…y de vez en cuando a mi aporreado y ciego corazón.

Sé que no sólo escribo por mí, sino por muchas almas que miran al cielo esperando que mañana sea un mejor día y no terminen en la misma cita diaria con el monitor. No es mi intención causar ningún tipo de depresión, aunque muchos podrían decir que así lo parece, es sólo que me he estado convenciendo a mi misma de que las redes sociales son el reflejo de la soledad inmensa que una gran parte de la gente siente. Y no estoy diciendo que toda la gente esté metida en el paquete, pero ciertamente sí una cantidad notable.
 

¿Cuándo fue que se convirtió tan difícil la fluida comunicación física y resultó mucho más fácil enviar textos que realmente no te miran a los ojos? ¡Y lo digo yo! Que he pasado buena parte de mi vida atada a este medio, llevando una cuenta regresiva que al final se estropeó. Me he dado cuenta que pedir perdón a la cara, tocar un tema delicado o expresar cariño a alguien se ha convertido en toda una cruzada…todos estamos tan avanzados que realmente casi no nos damos cuenta que hemos retrocedido. Suena antagónico, pero jamás, jamás, el sonido las teclas reemplaza el sonido de un par de labios diciendo un te quiero. Aquellos que aun pueden…podemos, si existe la opción de cambiar esta tendencia de virtualizar el cariño, entonces demos una lección, y no a los demás sino a nosotros mismos…al final siempre trae mejores y más lindas satisfacciones.

No quiere decir que sea malo o que dejemos de usar las redes sociales ni de escribir e-mails, a veces son necesarios. En mi caso, conservo muchas personas en mi corazón que, lamentablemente, están lejos de mí físicamente y esta se convierte en una vía para continuar el contacto. A ellos no puedo expresarles mi cariño en presencia, pero no quiere decir que no exista. Por favor, no me malinterpreten. Puede sonar como si me estuviera contradiciendo, pero lo que digo es que cuando haya posibilidad de plantarte frente a una persona mirarla a la cara, ¡hazlo!, en vez de elegir la vía más fácil que es manipular un aparato y apretar un botón.