Este año casi muere, la década está a punto de caducar, y con ellos todo lo malo que a nuestra vida pudo causar pena y lamento...lo digo yo, con el corazón aún un poco estrujado por los tumbos inesperados del destino, hay que aceptar con alegría la voluntad de Dios para nuestras vidas sin chistar, aunque cueste, ¿quiénes somos nosotros para cuestionar sus decisiones?
Por eso, el día de hoy regalemos bendiciones, abrazos, risas, compartamos las mejores vivencias que llevamos a cabo durante estos 12 meses. Demos gracias a Jesús por aquello que nos otorgó y también por lo que nos quitó, pues todo representa una parte importante dentro del gran aprendizaje.
Yo, particularmente, estoy agradecida por una enorme cantidad de cosas, las cuales no podría mencionar en su totalidad aquí, sin embargo cabe mencionar aquel trébol que el viento de Dios me trajo y que llegó para quedarse...aquel amargo sorbo de tequila que no quise beber, pero que fue, a final de cuentas, a mi salud eterna...también aquellos muy queridos compañeros que desde ahora siempre serán parte de mi historia, y por su puesto, el dulce beso de mi hermosa familia que siempre me hace sentir viva.
Ciertamente, como me auguró la estrella de Dios, el 2011 promete...lo mejor está por venir. Como agradecimiento adicional, no podía dejar de mencionar a mis lectores...gracias por tomarse el tiempo de leer, mi baúl de pensamientos siempre estará abierto para aquellos que saben ver más allá de las letras.
Feliz Año nuevo. Dios bendiga sus vidas.