jueves, 29 de julio de 2010

¿Cómo es una mente limpia?

Por Franklin Chacín Paul

"Cuando la mente está limpia, el rostro florece, los ojos brillan, irradian luz, se experimenta genuina alegría. Cuando la mente está limpia las relaciones se llenan de dulzura y cortesía.

Con una mente limpia, de manera muy natural y fácil se experimenta el amor de Dios y el ser un instrumento para compartir el amor espiritual. Definitivamente una mente limpia produce sentimientos puros y benevolentes en el corazón.

Una mente limpia es la que constantemente crea pensamientos puros y poderosos. Una mente limpia es una mente calmada que crea un ambiente de paz y esa serenidad da a los demás la experiencia del silencio.

Una mente limpia es una mente capacitada para servir al mundo. Esparce las vibraciones de silencio y espiritualidad en el ambiente y está llena de buenos deseos y sentimientos puros hacia todas las almas.

En una mente limpia no hay espacio para el criticismo ni para retener los defectos ni las debilidades de los demás. No permite pensamientos de impaciencia ni de irritación.

Todos podemos limpiar nuestra mente; esto no es nada extraordinario es solo cuestion de Fe y constancia o como dirian otros es cuestión de voluntad y concentración o cuestion de escanear y meditar, sea como fuere todos son una misma expresion de UN TODO y se resume a una misma accion: llevar la mente a un estado de relajacion y concentracion...

Si pudieramos tan solo entender la implicacion que conlleva esta búsqueda y alcanzarla, entonces el "amar al projimo como a uno mismo" seria mas una realidad que un mero dicho que todos repetimos".

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De mi parte quiero acotar que, para mi no existe mente más limpia que la de un niño. Esos seres puestos en el vientre de una mujer por la gracia de la divinidad celeste son criaturas cuyos ojos reflejan una transparencia incorrupta...los ojos de un niño son para mi la prueba fehaciente de Dios sobre este mundo, ya que no existen dentro de ellos la basura que el mundo nos inculca.

Los niños tienen el don y la dicha de soñar sin restricciones, de creer lo que con el tiempo a nosotros nos han desmentido, de amar como sólo un ángel lo hace...los niños poseen una inocencia y una sinceridad en sus ojos que, la verdad, para mi es algo irresistible de contemplar...tienen la mente limpia y el alma pura.

Tal vez sea inevitable que el mundo un día les enseñe que existe la crueldad, pero mientras el espíritu y las enseñanzas de Cristo permanezcan en ellos, tendrán como una burbuja protectora que los cuidará de transformar su sana y hermosa existencia...eso intento hacer, eso es lo que busco cada vez que veo los ojos de un niño...volver a creer, soñar, reir sin preocupaciones, sentir amor sin polución alguna.

Así que, más que meditar y tener fuerza de voluntad, una mente limpia se encuentra en el iris de los niños...al menos para mi no hay cosa sobre la tierra más hermosa que eso.

Con inmenso amor para María y Santiago...ángeles del cielo.

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