Desde el pasado mes de enero el pueblo venezolano ha sido víctima de una situación nunca antes vivida en la historia del país. Y es que el racionamiento eléctrico tiene a toda la población con un malestar colectivo que clama por un remedio que termine por suspender la drástica medida tomada a propósito de ahorrar energía.
El embalse Simón Bolívar, mejor conocido como la represa El Guri, la cual representa el 70% del suministro eléctrico de todo el país, continúa en descenso. El sector oficialista manifiesta que todo ello es responsabilidad del fenómeno climático El niño, el cual provoca sequía en algunos casos, como el de Venezuela.
Ciertamente, el fenómeno en cuestión causa estragos en el clima de los territorios afectados, sin embargo éste se viene dando desde hace décadas y resulta curioso que antes no había existido la necesidad de tomar medidas tan radicales como las del racionamiento, así lo afirma la periodista Marta Colomina en su columna de El Universal.
Por otra parte, según declaraciones del presidente Alan García al portal electrónico Noticias 24, Perú ha sido uno de los países perjudicados por El Niño y gracias a las políticas aplicadas adecuadamente no hubo que someter a su pueblo a las calamidades de un racionamiento eléctrico. Por otra parte mencionó, sin referirse a un líder en particular, lo absurdo de la doctrina marxista que frena la inversión que la propiedad privada podría aportar en caso de crisis.
Guerra avisada…
Cuenta al sitio en internet soberanía.org, el ex director de la Fundación para el Desarrollo del Servicio Eléctrico (Fundelec), Armando Meleán, que para el año 2003 el Guri contaba con un nivel de 22 m por debajo del actual y el gobierno fue advertido de una posible crisis venidera en el sistema eléctrico. Sin embargo, en ese entonces el problema fue resuelto gracias a la inversión privada y la compra de energía a Colombia.
Y es que a medida que la población crece, paralelamente lo hace la demanda eléctrica. El Ing. Omar Urdaneta, habitante del sector El Caujaro, en Maracaibo, manifestó su descontento puesto que no sólo repudia el hecho de tener que ser sometido a dos horas diarias sin suministro sino que también se ha visto perjudicado por el daño causado a muchos de los aparatos eléctricos que han quedado inservibles tras los bajones de luz.
Luz para afuera y oscuridad para la casa
Ante la situación planteada resulta contradictorio que el Ejecutivo Nacional invierta en el financiamiento de un proyecto para el abastecimiento de servicio eléctrico en Bolivia, así como la donación de una planta eléctrica a su homólogo cubano, entre otros ‘aportes’ realizados a sus aliados y miembros del ALBA, en lugar de solventar en primera instancia el conflicto que afecta directamente al país que rige.
Tal como lo publica el diario zuliano Versión Final en su edición del 12 de mayo, a pesar de que las lluvias acontecidas desde hace 10 días ayudaron a disminuir el galopante descenso del Guri, cuyos niveles pasaron de los 11 y 15 cm a bajar entre 3 y 5 cm diarios, la cultura de racionamiento continuará en vigencia como está prevista hasta tanto no se dé pie a una sustanciosa transformación en las políticas aplicadas en cuanto al sistema eléctrico venezolano.
Por lo tanto, puede decirse que El Niño es inocente. Los verdaderos villanos han sido la falta de inversión y mantenimiento, así como el derroche de recursos que podrían ser aprovechados para la mejora de la calidad de vida de la empobrecida Venezuela.
Respeta la creatividad ajena, no cometas plagio.